Más allá del patio, el vecino
se oculta muy atento,
dentro se escucha un vagido
el vecino se pone contento.
Al interior se oyen albricias
La madre disimula sus congojas
sin mirar de frente al marido
que amoroso le hace caricias
de esas que se marchitan
y caen, como en otoño las hojas.
Dentro, en medio del jolgorio
nadie nota que hubo afrenta
que no necesita de pruebas
ni acepta de ningún alegato,
solo remitirse a la evidencia…
El marido, hombre narigón de nacencia
el abuelo y la abuela son narigones
¡pero el chamaco ha nacido chato!
¡Aquí hay gato encerrado cabrones!
No es de la ascendencia la broma
Solo que el vecino es de nariz roma.
Texto agregado el 19-11-2019, y leído por 121
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