Cuando lo pienso, me siento sumergida en la humedad azul del mar:.
Mis ojos se vuelven luminosos y siento deseos de amarlo
de escabullirme de las espinas.
Un desierto me atrapa y una soledad salada derrite mi sonrisa:
Deseo tener lo que me ha faltado
lo que he anhelado desde siempre.
No puedo pedírselo : porque un silencio terco me lo impide.
El mar no está:
tengo que esperarlo para sentirlo y que me llene de él
de su calor.
Llega:
Su marea me invade y me vuelve gaviota.
Porque mi amor se ha convertido en un juego de flujos y reflujos, siguiendo el movimiento de las olas...

Victoria

http://youtu.be/zUOAZDVHi8I