Confió tanto en el espejo, sin pensar que tarde o temprano le fallaría. Estaba acostumbrada a que el espejo siempre le respondiera que era la más bella, cuando le preguntaba. Ella no sabía que el espejo tenía dos caras: luna y noche al mismo tiempo. No era más que darle una vuelta al espejo para que que no reflejara. Un mal día estrellita llegó con mucho afán a su casa. En la universidad un compañero le dijo que era la más fea del salón. Eso la llenó de mucha tristeza, pero se acordó del espejo. El espejo nunca le mentiría, ni denoche ni de día, pero el espejo en ese instante estaba oscuro. Aun así le preguntó si ella seguía siendo la más bonita. Y el espejo le respondió:

- Nada es eterno, ni siquiera yo.

Ella angustiada, volvió a preguntarle:

- Yo soy la más bonita espejito lindo.

El espejo le gritó:

- Nooooooo

Desde ese día andan buscando a estrellita, pues se perdió en la noche. Al rato alguien dio vuelta al espejo y apareció Estrellita demasiado vieja en la luna.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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