La vida se ríe en mi cara sin decoro.

Ella con soberbia me demuestra que fue inútil tanta dedicación.

Que cada minuto, segundo , horas, días, meses y años.

Han sido un total desperdicio de tiempo.

Las palabras fueron el ejemplo de los hechos.

“No han sido suficientes”

Me fue imposible hacer de ellos hermanos de calidad.

Son su peor enemigo, entre ellos fieras despiadadas.

Se juzgan sin clemencia, no tienen una gota de piedad.

Son arcilla maleable en manos ajenas.

¿Cuando veo esto me cuestiono los por que?

¿Si les dí lo mejor de mi?

El invertir mi creatividad, mi cariño, mis abrazos.

Tenían el propósito de hacer seres seguros, independientes.

¡Ellos eran la razón de mi vida!

Cada sonrisa, cada palabra, los pasos que daban me colmaban de ilusión.

Sus logros, sus defectos, sus virtudes.

Eran el combustible que me daba fuerzas para no quedarme en el camino.

Inaudito era lamentarse cuando había tanto por quien vivir.

Mis amadas fieras al verlas distantes.

Duele el alma su indiferencia aunque más dolería verlos pelear.

¡Me conformo que mis guerreros!

“Continúan enojados pero sin atacar”

CAL.COR