Te imaginé de mil maneras distintas. Luego te pinté en la noche. Solo vivía para pintarte, a sabiendas que no existías. De igual forma seguí pintándote, es lo único que se hacer. Envié algunas muestras de mi pintura al museo de Arte Moderno. Al mes me contestaron que podría exponer mis cuadros al final de noviembre. La noticia me dio mucha felicidad. Al menos me permitieron exponerte, me dije a mi mismo. Eso ya es ganancia, pues te saqué de mi imaginación, tal vez de mi alma. Cuál no sería mi sorpresa cuando te encontré de carne y hueso en el museo. Después de pintarte, cobraste vida. No sé quién atrajo a quién. Viniste con la misma ropa, las mismas gafas, además tienes el mismo lunar en la frente, bella como una Diosa, en la realidad y la imaginación. Ojalá que en la noche, no te vayas a metamorfosear como la de mis cuadros.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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