Río Tercero - Noviembre de 1995
Pasan los años, la inspiración es dura para dictar letras sobre los mismos dolores, pero buscando en archivos más lejanos al hoy, más cercanos al ayer y al dolor, siempre encuentro algo para rememorar esos días.
Los días 3 y 24 de noviembre de 1995 una serie de explosiones aún no esclarecidas, destruyeron gran parte de mi ciudad, Río Tercero en la Provincia de Córdoba, provocando muertes, pérdidas y dolor.
Pecho al viento.
Espalda al río.
Apretaste tus piernas y te plantaste
erigiéndote sobre tierra indómita y salvaje
vecina fértil de agrestes cerros.
Uniste campesinos, extranjeros y paisanos,
bajo tu cielo, sobre tu suelo
Pueblo mío, Río Tercero.
Avanzaste en el tiempo, pedaleando con coraje.
adornando tu entorno con abejas laboriosas,
rojo maíz, dorado trigo y nutriente soja.
Te azotaron vientos y malones,
resististe lluvias, tornados y sequías,
con denuedo avanzaste emprendedora,
palmo a palmo,
pulseándole a la suerte.
Pero un maldito y letal día,
un tres de noviembre infortunado,
temblaron tus bases,
subió el horror al cielo,
destruyendo, lacerando, derribando,
provocando llantos,
muerte y desconsuelo.
Aún así, volvieron a florecer
los rosales,
aún así, perfumaron los jazmines,
y tus horneros reconstruyeron sus hogares.
Hoy te veo nuevamente
fuerte y pujante,
cicatrizando heridas sobre tu sufrido cuero,
madre enlutada pero no acabada,
protegiendo siempre a tu habitante
brindando íntimo cobijo,
bajo el manto cálido de tu cielo.
Yo te quiero y te venero,
tierra mía,
pueblo de río,
pueblo bravío,
Río Tercero.
María Magdalena Gabetta |