A quien me escribió un privado: voy a tener la corrección que usted dice poseer y no me demostró.

¡Esa es la soberbia que no queremos los chilenos y que ya nos tiene hartos!

Eso de creer que tienes que adherir a las ideologías de algunos o te tratan con vulgaridad.

¿Yo tengo que acatar lo que usted dice porque se cree con la suficiencia de educarme y decirme lo que tengo que pensar y creer?

¿Usted cree que "escribir sentencias de muerte con buena letra" tiene algún mérito? Que sienta que merece un Premio Nóbel de Literatura no obliga a abandonar el criterio personal.

Como la frase de Groucho Marx: "a quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?" Pues, a mis ojos.

Sus "dogmas de fe" no los comparto así como muchos, porque no hemos tenido su instrucción y lo agradecemos.

No creo en "Memorias", construidas desde el antojo y haciéndolas extensivas a los demás.

Yo no he hecho critica literaria alguna sobre su obra sino sobre el contenido. Sólo he criticado que se siga usando el mismo comodín para manipular esa "memoria" fundamentalmente emocional.

Eso de apretar de tanto en tanto la misma tecla.

Son cansadores los criterios que no permiten ver más que con ojos de un pasado que tiene aristas complejas.

Enlazar un hecho histórico en proceso, del que hay muchos análisis y personajes que intervienen para "llevar agua a su molino", con otro que apela a heridas pasadas, si bien es de libertad hacerlo, me parece de importancia intervenir y dejar en claro que la relación es nula.

Pues, esto es como la plaza y como se escucha conversaciones y discursos, aquí se lee y se forma impresiones que pueden ser confusas.