El aire estaba lleno de vibraciones,
La cabeza pesada,
Inundada de cemento,
Los ojos ardientes por el sol de la mañana.
Dos hombres conversan de su existencia,
Él los escucha sin escucharlos
Entre el silencio y el ruido.
Su vista fija en la ventana,
A la distancia el mar se vuelve cielo y el cielo mar,
Jazz suave ambienta la escena
Evocando sentimientos,
El saxofón acaricia su piel.
La conversación se torna interesante
Mientras la gente pasa sin pasar,
Siluetas sin rostro
Que se instalan en el rabillo del ojo
Moviendo las manos,
Figuras parlantes sin nombre ni apellido.
El café que hace segundos quemó su lengua ahora está frío,
Medio vaso se resigna a desaparecer
Entre la duda de sí está medio lleno
O medio vacío.
Como puede estar todo bien y todo mal
Piensa para sí mismo,
Dando un sorbo a su café
Sin quitar la vista del azul infinito.
Capta su atención que los hombres a su lado hablan sobre algo que conoce,
Algo en lo que fue el mejor.
Tanto trabajo y tanto tiempo,
Segundos suicidas
Se estrellan contra los sueños,
Para al final sentirse solo y acompañado
En un mundo ajeno y común,
Las fronteras son sentencias de muerte,
La distancia la bala,
El olvido el gatillo.
La imagen en la ventana parece una pintura,
El viento no sopla,
Una mariposa amarilla revolotea a la distancia
Desafiando la estática escena
De verdes intensos y azules pálidos
Detenidos en un tiempo que no se detiene.
Su mente vacila entre el blanco y el negro,
Dualidades que ignoran un mundo en escala de grises.
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