“Existe un futuro perdido en el pasado que es
preciso rescatar” Martín-Barbero (2004)

El progreso de nuestra civilización
no se evidencia solo mirando atrás,
girando petulantes la cabeza para ver victoriosos
todo eso que ya superamos, que ya conseguimos,
las metas alcanzadas, los retos vencidos
y los logros obtenidos, nuestros laureles,
nuestro celebrado y relativo triunfo.

A veces mirando enfrente, a nuestro futuro,
con nuestro pasado a cuestas, con su legado
podemos entender que no todo progreso
es una medalla o un logro alcanzado,
nuestras metas, nuestra ambición
tienen muchas veces un alto precio a pagar
y saldar nuestras cuentas es inevitable.

Es preciso saber mirar en retrospectiva,
sin altivez, sin la ciega arrogancia jactanciosa
de quien se juzga como sumo maestro
y reconocer en el pasado lo perdido,
la lección que este nos puede dar,
los sabios consejos de quien ya fue un día
nuestro mejor tiempo y aún está ahí, en la sombra,
para hacernos pensar, para hablarnos
si queremos escuchar a la voz de la experiencia.