Llueve, llueve en todos lados...
Cuando alguien se va,
muchos dicen que nace una estrella
esta quizo nacer en silencio,
en sus pupilas llevaba tristeza
un dolor clavado en el alma
- No temas le dijo la tímida luna que asomaba entre las nubes
- Será solo un momento.
La soga indecisa entre sus manos
la valentía y la cobardía
en un nudo atadas para siempre,
El aullido silencioso del Lago Villarrica,
al vaivén indeciso que lo mece
la lluvia cayendo en sus zapatos humedecidos,
en sus mejillas la lluvia se resigna
llueve, llueve, llueve en su mente
llueve en todos los rincones,
el ruido de los truenos lo remece
el espíritu lo mira impaciente
anhela continuar su viaje.
- ¡Descansaré por fin eternamente!
- ¡Dejaré esta cárcel, seré por fin libre!
El alma resignada respira tristeza,
Ella sabe que nada es para siempre
¿Qué fue lo que pasó?
¿Esto ya estaba escrito?
¿Alma, tú ya lo sabías?
Cuando alguien se va muchos lloran
la ciudad llora, el alma llora
desde pequeños los niños lloran,
en el camino muchos también lloran,
algunos se levantan,
otros se duermen y jamás despiertan,
ellos llorarán y se lamentarán desde muy lejos.
El silencio perturbado de aquellos que nada hicieron,
jueces silenciosos que murmuran apuntando con el dedo
la lluvia está cayendo en sus zapatos,
llueve, llueve, llueve en su mente
llueve en todos los rincones
el tronar de un rayo enfurecido
el imperturbable sonido del jinete
sacudió de un golpe todo su cuerpo
le siguió como testigo un eterno silencio
y el palpitar fugaz de una estrella.
abajo llueve, las manos invisibles de aquellos
que sostuvieron la tensa soga
en el cementerio se lamentan
avergonzados no se miran
se remuerden los labios en silencio.
Llueve, llueve en todos lados...
Esto está escrito en base a cómo me sentí hace muchos años atrás, también pensé en la soga, como lo hizo Marcelo, miraba la viga en la mañana y en las tardes, sentirse en un hoyo tan profundo del que piensas que jamás vas a salir. Mis propios miedos, mis fantasmas... ¿Quién no los tiene? y la vida sigue... aunque llueve en todos lados. Marcelo Gudenschwager en su llanto se durmió para siempre...
Fuimos compañeros en Ingeniería, no era parte de su grupo, él siguió otra mención, pero le guardaba mucho respeto, era un excelente alumno. Pasamos por la misma situación en la vida, eso es lo que nos une, yo sigo acá.
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