EL TÚNEL
No vislumbró ninguna luz al final del túnel, pero siguió su camino guiado por el sonido de las campanas. Como a mitad del trayecto, tropezó y cayó al vacío confirmando la más grave de sus sospechas. Había sido engañado una vez más, había caído en la misma trampa de siempre. Se levantó del piso y apagó el reloj despertador de su mesa de noche.
Texto agregado el 16-10-2019, y leído por 174
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Creo todos hemos tenido alguna vez esa suerte de salto en el duermevela y más angustiante aún es cuando te quedas catatónico.. Te ha pasado?. Me gustó tu mini relato. Un abrazo, sheisan