Las manos como garras,
me dejó la vida,
con ellas me aferro con insano esfuerzo
a todo lo bueno, a todo lo sano, a todo lo bello,
y entre mis dedos garras dejo que se escurra,
el líquido amargo de amargos momentos,
oscuros recuerdos, dolores internos.
Con mis manos garras
pruebo sujetar minúsculos sueños ,
a veces lo logro …..
a veces lo puedo …
cual tozuda orate que se enfrenta al viento,
lo intento …..
lo intento……
aunque en el intento, se pierda mi aliento,
se fatigue el alma y crujan mis huesos.
Pero eso no importa, es tan corto el aire,
como corto el tiempo,
y vivo el instante, el instante bueno,
como si no hubiese
que pagarlo luego.
Yo sé que la vida al final se cobra,
los buenos momentos,
que en mínimas gotas, a veces nos brinda,
cual cruel usurero.
A pesar de ello, a pesar de todo,
con mis manos garras,
me aferro a mis sueños
y sin razonarlo,
enfrento a los vientos.
María Magdalena Gabetta
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