Espero tu última caricia del día Como un ruiseñor pleno de madrugadas Mi deseo insaciable Colorea tu piel Primero de rosa Y luego de purpura intenso Las viejas fotos de color sepia Indiferentes al paso del tiempo Aún muestran tu invicta belleza El tiempo es un círculo Y nuestras vidas Una flecha efímera que apenas lo roza Es tiempo ya De escribir Todo lo soñado En el cuenco de mi mano Bebes con fruición la madrugada Hoy es domingo Resonaran nuestros pasos en el atrio de la Iglesia Y más tarde Nuestros jadeos atenuaran el sonido de la lluvia Cada día te miro con asombro Tu creciente amor Tu desbordante deseo Son el mar Son el cielo De éste pequeño bergantín ¿Has escuchado el tierno canto de las hojas de eucalipto Cuando un viento encabritado anuncia las primeras lluvias?
Texto agregado el 13-10-2019, y leído por 120 visitantes. (7 votos)