Este mundo actual como ha cambiado, me siento como un extraño en estos tiempos modernos. Mi infancia y juventud de aquellos años, donde no había psiquiatras ni psicólogos para dictar tantos tratamientos. No había tantos traumas que requieran explayar sus conocimientos.
No logro comprender ni tampoco culpar a nadie, que fue lo que desencadenó tanta frialdad, egoísmo y maldad en estos tiempos modernos.
Me pregunto si se sería el avance tecnológico y tan dinámico que creo ese egocentrismo de primero yo, segundo yo y no hay lugar para otros, lo que transformó a toda una generación inventando por doquier derechos.
Se extinguió hasta entre las parejas tomarse de la mano o un abrazo tierno. Sentados en los café frente a frente, cada cual con un celular en la mano conversando con miles de amigos transparentes.
Yo no creo estar loco, porque extrañe esa comunión o sociabilidad que disfrutaba en mis años mozos, cuando lo importante era escuchar de los labios de mi amiga o amigo que tenía enfrente. Importaba mucho mas oír su voz y la calidez de sus palabras y pensamientos.
Ha cambiado el mundo tan rápido y de repente que este nuevo milenio ha borrado de una pincelada las costumbres de tantos siglos que forjaron nuestros padres, abuelos y bisabuelos.
Desapareció el romanticismo, ahora todo es estridente y viven buscando y conversando entre las nubes con amigos inexistentes, donde el calor humano se perdió, literalmente.