Muchas veces me siento una pasajero sin rumbo, como que voy en un viaje y no sé cuál es el final.
Y así es la vida, un día apareciste en un micro y no sabes muy bien que hacer, quizá sepas donde bajarte, quizá tengas que mirar mapas o pedirle referencia del como llegar al pasajero que tienes al lado.

Y esos pasajeros que te acompañan en el viaje, algunos son molestos, otros alegres, algunos solo miran por la ventana disfrutando del paisaje o sumidos en si mismos; unos bajan antes y no vuelven más otro se bajan y se despiden de ti, otros simplemente los tiras del bus hacia abajo porque era como si tuvieran podrida la micro con su hedor.

Cuándo pienso en esas personas que se van de nuestras vidas, pienso que el viaje compartido llegaba hasta ahí, quizá después tomo otra micro ó el tren, o quizá simplemente su viaje terminaba ahí.
¿Y qué pasa cuando me quiero bajar antes? ¿Es mi viaje no? y que pasa si decidí que no quiero viajar más que me cansé.
A veces veo publicidad esa publicidad donde la gente es feliz en ciertos destinos y pienso "Será ese destino igual de feliz para mi".
La vida es un viaje en micro, a veces llegas, a veces se desvía por problemas en la carretera, a veces tiene accidentes y salimos heridos, otra veces todos llegan , otras veces algunos se pierden.