Desciende vida,
a veces,
otras sólo muerte.
Sonríe la Madre o
llora de tanto llanto,
su piel desgarrada no
puede abrigarla
su piel invadida no respira.
Un canto leve
pregona su venida y
danzan libélulas enamoradas,
trepan las hojas al cielo y
cantan alegres avecillas.
Una miríada de luces
trinos y conciertos invaden las
arenas olvidadas, sedientas.
Surge la prisa, se apresura el amor
no hay certeza
del próximo descenso.
Texto agregado el 02-10-2019, y leído por 120
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Lectores Opinan
02-10-2019
Me gustó, es como encriptada pero bella. Magda gmmagdalena