Delicados efluvios amorosos Néctar para mis labios Locura para ti Un simple pan con mantequilla Hacen la diferencia Una mañana tan fría Tu cálido aliento detrás de mi oreja Después de una noche de locura Enciende otra vez mi deseo ¿Puede un amor? Volcarse sobre sí mismo ¿Y marcharse sin más? Fruta pulposa Son tus labios carnosos Alrededor de mi hombría Tus endiabladas caderas Son el fiero remolino Donde me atrapas cada noche Tanto amor Que no me cabe en esta piel Enhebras tus penas y alegrías Al compás de una lluvia tempranera Amor mío Sáciame con tu amor y tu desaforado deseo Hasta bien entrada la mañana Ciervos dorados Abrevan En el pequeño arroyo Esta madrugada
Texto agregado el 29-09-2019, y leído por 72 visitantes. (2 votos)