Ay la vida…

El presente es siempre una oportunidad, y el pasado es “solo eso”. Pero cuando el porvenir llega sin manos y no tiene como asirse cae con todo el peso de las circunstancias en la encrucijada del limbo o del cajón del dolor, imagino mas piadosa esta última opción, desde allí será mas fácil sanar.
La idea de la no oportunidad es por mucho mas dolorosa que la del pensamiento aún no imaginado, la no oportunidad será lo deseado y dispuesto a ser pero no vivido por motivos ajenos a nuestra voluntad, y lo no imaginado será el aún no, latente de ser.
Cuando un niñito deseado se materializa en nuestro mundo sin desarrollarse lo suficiente, sin herramientas para pelearla deja de ser una oportunidad y se alojará tristemente en el pasado, y con suerte no en el limbo de las cosas que no se elaboran. Pido a Dios por esas almitas que no podrán ser parte de nuestro presente para que descansen en paz. Pero también le pido colme de fortaleza a esas mamis sufrientes de ese extremo dolor para que salgan adelante creyendo que un presente con renovadas oportunidades aún espera por ellas. Aunque les suene triste e improbable la vida continúa pues.