- ¿Cuántos poemas le has dedicado a una mujer? sus ojos vidriosos como la mayoría de los extraviados se clavaron en los míos.
- la verdad, varios, para no decir todos...
- ¿y la has enamorado?, seguía examinándome, buscando una respuesta diferente a la que sabía que le iba a dar.
- no, realmente sé que no me quiere...
Se rasco la cabeza, después se pasó la mano por la cara.
- ¿sabías que esas cosas, no sirven para nada? Cuando no se es correspondido flores, chocolates o miradas no sirven para nada.
Yo solo me encogí de hombros en los hechos que eran en si verdad, esa mujer nunca me había entregado su corazón
- igual, no seas boludo y seguí escribiendo. Tal vez, solo tal vez, consigas plata...
La noche era fría, los tangos sonaban uno tras otro, es eso en extremo extraño, porque estoy a más de 60.000 kilómetros de buenos aires, aquí aparte de reggaetón se escuchan esos odiosos vallenatos que tanto odio, realmente no hay mucho que escuchar en una ciudad casi pueblo al extremo sur de Colombia.
- en realidad no quiero ganar plata, le dije,... No es lo mío, creo que nada es lo mío en realidad
Continuamos en el Bar Argentino. Un lugar mugroso, aunque agradable, ella seguía fingiendo un tono gaucho argentino, me miro, su boca intentaba articular unas palabras sin acento pastuso, trago saliva
- che, no te enamores nunca, para vos el mundo terminara siendo una hijaputez, una mierda, con todo aquel que está enamorado...
Pensé en un momento que iba a decirme alguna cosa que no supiera, pero me es muy difícil no aferrarme o al menos intentar soltar la mano de una mujer porque se con seguridad que hoy algún borracho de este o algún otro bar va a morir en la calle, el frio es cruel con esas personas que perdemos el calor de una mujer, de un amor. Después de eso poco a poco se fue secando el caudal de conversaciones
- y... Vos que ¿ya has de tener otro novio, o no?
Vacío su vaso en el mío y se fue
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