Tengo los pies entumidos, duros, rígidos. Los hombros escarados, los codos rotos, la piel agrietada y sucia. Soy consciente de mi olor corporal a las 3 de la tarde, cuando "ella" aparece a darme una sustancia acuosa al que llama "almuerzo". Con muecas, expreso mi malestar, el mal sabor de la comida, la necesidad urgente del agua corriendo por mis pies. Jabón, ropa limpia.

Son las 6 de la tarde. Calculo el tiempo por el lugar de la sombra que avanza conforme se oculta la luz entre esas cortinas sucias y desaliñadas. Recuerdo mi olor corporal, el hambre y esa comida acuosa que comí durante el día, pero no recuerdo en qué momento. "Ella" ha cambiado, ahora luce más alta, más morena, con más años encima. "Ella" me cae mal.

Ningún rostro es familiar. Ningún día es igual. Hasta esta cama en la que estoy acostada, cambia con el tiempo. Mis pulmones a ratos olvidan respirar y me ahogo con un simple respiro. Mastico con las encías, olvido los dientes caídos. Tengo la sensación de que existen varias partes de mi cuerpo que ya no están cuando me miro a un espejo, como mi largo cabello. "Ella" lo cortó. Se lo diré apenas la vea.

Tengo los pies entumidos, duros, rígidos. Los hombros escarados, los codos rotos, la piel agrietada y sucia. Soy consciente de mi olor corporal a las 3 de la tarde, cuando "ella" aparece a darme una sustancia acuosa al que llama "almuerzo". Con muecas, expreso mi malestar, el mal sabor de la comida, la necesidad urgente del agua corriendo por mis pies. Jabón, ropa limpia.

Calculo la hora por la posición de las sombras. "Ella" luce distinta ahora, un poco más baja, con el cabello rubio tomado, mal teñido. Qué molestia es "ella".

La noche. Incalculable en el tiempo, eterna en los días. Ha estado de noche hace tantas horas. La noche. "Ella" desaparece de noche. Todos lo hacen. La cama, esta cama con escaras, esta cama sucia, cama limpia, llena de costras, esta cama. No es mi cama, no sé donde estoy y donde está mi cama.

Mañana. Otra sustancia acuosa. "Ella" es más gorda, suena al respirar, como los gordos cansados. Sus tobillos son gruesos. Me mira sin paciencia. "Ella". Estoy harta de ella.

Calculo la hora por la posición de las sombras. "Ella" es la gorda, "ella". Qué molestia es "ella". Aparece y se va, como los días que pasan y tienen horas irregulares, como la noche y su oscuridad.

Tengo sueño, siempre tengo sueño. Es la única constante y cierta verdad. Tengo sueño y olvido dormir. A veces pasan horas en que estoy despierta, horas en que estoy dormida, horas en que tengo mi orina en la espalda fría y larga, en la misma posición.

Tengo los pies duros, rígidos, entumidos...