He compartido alegrías, penas
también desencantos e ilusiones
en poemas que revelan la poesía
que mis sentidos traducen en versos
y entregan a mi sufrido exégeta.

Hay en cada palabra un respiro,
un aliento que me inspira;
una duda, una certeza o una pregunta
que no espera respuesta
ni estériles apreciaciones.

En un imaginario diálogo,
un filtro, un enlace,
para un estético pacto,
entre expresivos epítetos
y ambiguos adjetivos maniqueos.

Mi dubio libro de instrucciones
no te va a enseñar a caminar
mas puede ayudarte a respirar,
una tímida ventana abierta al mundo
que se abre si tú lo quieres.

Compartir sueños y pesadillas,
en ficticias imágenes reales,
es la fuga a otras realidades,
el eterno conflicto mimético
entre lo real y lo real posible.

Un mundo paralelo, hermanado
una alternativa para el sueño,
poesía y poema abrazados,
un arte revelador y un desarte coherente
para siempre reescribir nuestro mundo.