Finalmente están llegando paso a paso los últimos días de mi vida, confieso que no sé exactamente cuándo será ese cuando, pero anhelo dejar y deseo gravar ahora lo que puedo ser una despedida.
Ya lo he dicho antes, pero estoy haciendo un alto en mi vida y es momento de revisar el camino hasta ahora ya recorrido, mientras los días continúan desplomándose inexorablemente al compás del lento tic tac del reloj. Así es, es el tiempo que no se detiene; es el ayer que ya pasó a ser historia, es el hoy un presente que se palpa y el mañana, un misterioso futuro que sólo es playa de amasijo de profetas y adivinos.
Pero ese mañana, que al igual que los granos de trigo que caerán en el molino del tiempo y el olvido, dónde serán pulverizados para en un futuro llenar una mesa con pan o quizás calmar el hambre de un mendigo. Nadie recordará que fueron los que adornaron cual rubias cabelleras, parajes, campos y praderas, que peinaron con su belleza y la brisa los llanos, que inspiraron a toda clase de poetas y algunos quedaron dibujados en una olvidada acuarela o bien fueron parte de inspiración de una canción enamorada.
Sin embargo aún cuando tengo muy claro que dentro de poco tiempo, al igual que los granos de trigo, seré parte del pasado y del olvido. Hoy, cuando ya diviso a lo lejos la quimera de una bandera, la que me está señalando el fin de mi camino, me encuentro haciendo un alto a su vera, mientras el tiempo acompasado me empuja para llegar a mi destino y aunque aferrado a muchos recuerdo en mi memoria seguiré hasta el final, es por ello debo continuar por mi senda cuando hay veces que los días muchas veces se alargan y sólo mi ya cansado corazón me dará las fuerzas para seguir mi tranco sin descanso hasta mi meta.
Ya han pasado muchas Navidades y Años Nuevo y se han acumulado muchos años y creo que algo en mi peregrinar habré cumplido.
Hoy, cuando aún es presente, he comenzado a reflexionar y de pronto con más de algún tema aburrido. Para algunos podrá ser aceptable, pero para otros estupideces, pero nadie me puede reprochar que como yo, también lo han vivido.
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