Todo es poesía y nada lo es hasta que el ojo dibujante, henchido de perspectiva, desafía al mito con su dulce fe Catedrales y capillas son lustros y momentos ante la tinta amenazante, tan enviciada de sí que construye y destroza, define y esboza Más en la profundidad de la mirada velada habita el cristal del sí mismo, observante y observado, molde de caos en medio del abismo.
Texto agregado el 20-09-2019, y leído por 72 visitantes. (5 votos)