Instantes del ayer
que indelebles persisten
en el presente,
moléculas de amor,
que no diluyó el olvido
Tu mirada solo revive en el recuerdo,
de pasados momentos imborrables
que se hicieron carne en tu mente.
Noches de amor, caminatas de luna,
manos entrelazadas, abrazos, tiernos besos,
risas invadiendo el silencio
de cómplices enamorados.
Amos del universo.
Así te abordan los recuerdos del ayer
trayéndote en sus íntimas secuencias,
momentos selectivos,
imágenes de amor, alegría y esperanza.
Te niegas a los recuerdos dañinos,
a los que marcan distancias..
Remembranzas de dos cuerpos
agitándose unidos en ondas de pasión/deseo,
desgarrados, sumidos, entregados,
avasallados por los sentidos.
Se torna opaca tu mirada,
al vislumbrar el resto del camino,
oscurecido por perennes ausencias,
mirada que desliza brillos húmedos,
en la añoranza.
María Magdalena Gabetta
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