A la par de las insinuaciones déjame decirte que nada fue tan nocivo a la salud, todo fue desgastando los corazones en una forma tan formal, que no me cuesta aceptar tus disculpas.
Las miradas entre la gente de bien me persiguen por todas partes y la realidad tan extraña me acompleja, y me toma por sorpresa, sin abrumar a la fauna que se preocupa por saciar su hambre.
Es inútil recibirte en casa, pues ya no hay nada que puedas ocupar. Ya todo está comprado y bien pagado, recibido o incluso apartado.
Nunca nos conocimos tan bien como hasta ahora verdad? es más, nunca nos conocimos ciertamente, nunca nos apuñalamos, ni mucho menos nos gritamos, así es que tampoco nos dolimos ni lo vivimos, y no es sarcasmo créeme, es solo que somos gente de bien.
Todas las mañanas me levanto dedicándote una oración, que estés bien, que te superes, que crezcas más, que un día te levantes y seas feliz con quien sea tu felicidad. Así es como se me ha vuelto rutina pensar en ti y en todo lo que siempre quisimos ser. Que te derritas pensando en tu futuro tan prometedor, que te veas flotando entre las nubes de algodón y tus miedos desaparezcan. Pero debes entender claro, que no es el divertido sarcasmo, es simplemente que ya soy un hombre de bien… |