Sí, no lo tenía muy claro, pero había entrado a ese cuarto oscuro, el que tanto me asustaba (pero ahora no lo veo como antes). Estaba encerrada en mi mayor miedo, pero eso había dejado de ser relevante por que otro miedo aún mayor me invadía en este momento. Ahí estaba él, mi mayor miedo: su rechazo. Estaba a punto de descubrir lo que era el dolor, él su cabellos oscuro, ojos grandes, y tez pálida como el papel , tenía más de mí, de lo que yo algún día pensé entregar, pero nunca le importó.

Recuerdo ese día, caminando hacia un lugar (que la verdad es que no viene al caso), lo vi. Todo fue una casualidad. Me vio. Todo parecía tranquilo. Nos acercamos.

Inexplicablemente 5 años después caminábamos por el parque diciéndoles a los niños que no se alejaran demasiado. Es cierto, por alguna razón que aún no entiendo desde el primer momento en que lo vi un sentimiento extraño, que nunca antes había sentido me invadió, pero sabía bien lo que era, era el amor que hace tanto tiempo había estado buscando.

Un domingo mientras llevábamos a los niños al parque de siempre, me tomó la mano como lo hacía siempre… con un cariño indescriptible. Lo amaba tanto como el primer día.

Años más tarde mientras volvíamos a la plaza de nuestro cotidiano paseo al parque él me dijo: “voy a comprar”, le dije que lo esperaría por siempre. Él me dijo: ¿ahora vez por que te amo?


Luego cuando cruzaba la calle en una lucha por escapar, dos ladrones que minutos nates habían asaltado una botilleria cercana atropellaron a mi esposo.

El dolor invadió mi alma, aún no he podido recuperarme, aunque ha pasado ya mucho tiempo.

Hace mucho tuve un sueño en el que él me decía : " Aquí te espero con los brazos abierots, aún te amo, te esperaré, se paciente". Desde esa noche espero el momento dee mi muerte añorando el reencuentro con él, el hombre que me quitó el temor a todo...


...Menos a perderlo.