Me quedó mirando de pies a cabeza, me miró a los ojos fijamente y luego me preguntó:
- Es verdad que amar duele
Yo pensé que me iba a preguntar algo diferente, tal vez de el clima, de la guerra o si el dólar está al alza.
La miré fijamente, mis ojos parecían de fuego, pues bajó la mirada al piso, así se quedó durante tres minutos, yo me quedé en silencio y luego le dije:
- Es parte del aprendizaje, antes de encontrar a la persona adecuada, toca besar muchas ranas.
Mis palabras le produjeron risa, tenía una risa de ángel, tan pronto como pudo me respondió:
- Es que has besado a muchas ranas, pero no te preocupes, yo también he besado muchos sapos.
Todo parecía indicar que ella había sufrido, en ese momento recordé unos versos de Borges: "una mujer me duele en todo el cuerpo". Al instante le dije:
- El amor es veneno y antídoto, así como mata, da vida.
Mis palabras no le produjeron ni rabia ni risa, pero le tocaron el alma.
Después de un breve tiempo, me dijo:
- Yo voy a necesitar de tus besos, vas a tener que coser mi corazón, hace poco lo hicieron pedazos, agarra la aguja y el hilo y empieza ya.
La miré con ternura, la abracé fuerte, se refugió en mi, la sentí respirar en mi oído, se aferraba como el naufrago al salvavidas. Luego le respondí:
- ¿Por dónde quieres que empiece?.
- Por donde quieras.
La besé con gran pasión, luego le dí mi aire, pues estaba que se asfixiaba.
Desde ese día perdí la memoria, ella la suya también, curé todas sus heridas. La historia cambio de rumbo y escribimos el capitulo más bello y largo de la existencia. A pesar que ella se ha ido para siempre en ese viaje sin retorno. Todas las noches le escribo una página, trato de no escribir tristezas, pues ella me dijo, antes de irse.
- Si te llego a faltar, no llores, sigue amándome, si no estoy presente, no importa, te dejo mi alma y miles y miles de páginas, si dejas de escribir, el muerto serás tú.
AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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