...el árbol en sus comienzos era hermoso, sus flores , su corteza, su movimiento al compás del viento, el juego de los niños...Este árbol tenía a su alcance una regadera que cuidadosamente tomaba entre sus ramas convertida en dedos largos y se regaba a si mismo...pasaron los años , 20 para ser exactos y todo comenzó a cambiar, el árbol, sentía cada vez más un vació interior que se acrecentaba más y más de forma exponencial ...hasta que dejó de tomar la regadera...un día toda la luz fue bajando su intensidad, las personas ya no se acercaban a él , ni siquiera para con una navaja a escribir iniciales en su corteza que se había vuelto fea...ya no regalaba flores, los insectos, las mariposas y todo ser viviente se alejó de él, el árbol cerró los ojos...solo su sentido del oído quedó sensible...todo oscuridad en él como en su entorno...pasó un largo tiempo hasta que sintió una voz dulce, unos pasos suaves, una mano de mujer que acarició su corteza destruida , no había perdido el sentido del tacto...cual fue su sorpresa que sintió como esa persona lo regaba, sus raíces sintieron un fuerte dolor luego de tanto tiempo de no recibir agua, se estremeció ...entreabrió un ojo de madera y vio su propia regadera rota, la mujer tenía su propia regadera , logró ver un cabello largo hasta la cintura, y unas bellas manos que volvían a acariciarle y sus oídos de madera escucharon como la mujer entonaba una balsámica canción , una nana vasca...esa canción de cuna para un árbol viejo como él...volvió a estremecerse hasta que luego de varios días después esa nana era parte de su ser...no supo cuanto tiempo pasó, hasta que comenzó a sentirse más fuerte, más amplio, más árbol...no podía abrir más que medio ojo de madera, mas lograba ver ese cabello largo azabache y esas manos blancas de hermosas uñas, dedos largos como sus ramas... no supo cuanto tiempo más pasó, mas un día cualquiera, ya convertido nuevamente en árbol, de un de pronto, abrió los ojos por completo.
...en una sala de hospital , en una ciudad al norte de España, un hombre que había estado en coma por 30 años , desde que tenía 20 años de edad, abrió los ojos, de madera, de madera era la puerta de su habitación que es lo primero que vio, a continuación la vio, una mujer de 20 años aproximadamente , de pelo azabache hasta la cintura, manos blancas y entonaba una dulce canción de cuna, por vez primera vio su rostro blanco con un par de ojos marrones oscuros como la noche que encerraban una profundidad infinita, iba vestida de enfermera, al verlo despierto gritó !! doctorrrr¡¡
Al finalizar ese día la enfermera, volvió para despedirse del hombre el cual había sido su paciente por casi ya un año, el hombre no podía hablar muy bien aun, estaba bajo observación, el médico no se explicaba como era posible tal recuperación sin los deterioros que conllevaba un estado de coma tan prolongado, la habitación del hombre estaba llena de flores que le habían traído sus familiares y amigos...la enfermera terminado su turno, llegó para decirle que se verían hasta el día siguiente...el hombre la miraba con un sentimiento que no podía explicarse para si mismo, ella había logrado entrar en su micro mundo , allí en plena oscuridad...ella le había devuelto la vida...hasta mañana dijo la joven enfermera y al acercase para besar su frente ...él notó que llevaba puesto un overol de mezclilla muy juvenil y en el bolsillo de su pecho, una regadera bordada.

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