Aunque no suene a cristal
una está aún rota por dentro.
Aristas afiladas, huecos vacíos
y piezas que se perdieron
tantos años hace
que ni recuerdo.
Soy más alta de lo que parezco
pero siempre voy encorvada
porque me siento
más pequeña que el resto.
A una la ven dura
cargando con más peso
del que puede
-sin romperse-
enseguida son las demás
las que necesitan
y una se olvida de cuidarSE.
Pero, sin mostrarse
sin foco ni atención...
sin espectáculo,
una se agrieta
se rompe en silencio
aunque el estallido de fiera
a veces ensordece;
se abraza para recomponerse
y acaricia las cicatrices
que unen las piezas
del puzle que es ahora.
No podía ser de otra forma.

Una es frágil
y
con tiempo
invencible.