Cierto día tuve que ir al mecánico para cambiar el burro de arranque. Como todos Uds. saben las mujeres nos sabemos nada de mecánica automotriz, pero los que si saben no se ponen de acuerdo, en los precios a cobrar. Por lo tanto lleve el autito, un módico Peugeot 106, chiquito, económico y eficaz, que gasta muy poca nafta, al electricista de acá nomas. A media cuadra de mí domicilio. El mecánico de la otra cuadra, el cual había aparecido tambien a ver que le pasaba a mi autito, quise llevárselo en ese mismo instante para hacer el cambio del burro de arranque. El auto no se movía porque no se podía encender. El electricista y el mecánico en una, no diría acalorada discusión, decidieron que ninguno de los dos haría el trabajo ya que yo había llamado a los dos, y eso es injusto y arbitrario.
La cuestión es que me quede sin electricista y mecánico automotriz, y tuve que acudir a mis hijos, que a esta altura, piensan que salieron de un repollo, y no de la madre que los pario (Jajaja), porque ellos sí trabajan, y tienen muchas ocupaciones y no tienen todo el día, como yo, para hacer ocio, uno de los cuales dijo que el día sábado, que es el día en que no trabaja remolcaría el auto a su mecánico particular, y asunto arreglado.
Como verán me voy a hacer un curso de mecánico automotriz.
Arriverdercchi
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