Duermes. Tu respiración emerge suave y se manifiesta en tu cuerpo sedado. Velo ese sueño bendito y sonrío. La noche ha dejado caer hace mucho sus crespones oscuros. Pero el insomnio, los pensamientos que se revuelven en mi mente me impiden dormir y con mi lámpara encendida aguardo a que el cansancio me tumbe en algún momento. En cambio, hace un rato largo que tú coqueteas con Morfeo, sonríes y el movimiento de tus pupilas me indica que navegas en las aguas profundas del sueño. No te envidio, sólo te contemplo, ofrendada a los misteriosos mecanismos a los que estás atada, estudio el juego sensual del negligé rosa que llevas puesto y que se amolda a tus curvas, trasluciéndose tus pezones en la delgada prenda, me enervo pero me contengo. Tu sueño es tan plácido y sin embargo mi sangre rebasa sus cauces y los tambores de la pasión retumban en mis oídos. En un movimiento súbito, alguna imagen de tus sueños provoca que separes con brusquedad las cobijas, dejando descubiertas tus piernas. Mi Insomnio ha quedado rezagado a un plano secundario para dar paso a un hombre que está en plena lucha con sus instintos. Me altero, mis manos casi te rozan, temo despertarte y romper ese mágico instante. Pero sucede algo que no tenía contemplado. Desde la profundidad incierta de tus devaneos oníricos, extiendes tus brazos hacia mí y yo me dejo atrapar en su adorado refugio, entreabres tus labios y te beso, desatando las bestias que contenía a duras penas. Me susurras palabras casi inaudibles, estás dormida y yo te acaricio y en un instante crucial, abres tus ojos y me separas con fuerza. -¿Qué?-gritas- ¿cómo? Pensé que hacía el amor con Brad Pitt. ¡Que lindo sueño!
Me separo tal si alguna corriente eléctrica me hubiese impulsado. Nadie entendería esa sensación de frustración, de desgano, ese instinto asesino que me embarga y que profundiza este insomnio que al parecer ya no me dará tregua. Contemplo desilusionado los dibujos de las sábanas, rogando que en algún momento surja por fin el sueño y me resarza del mal rato, haciendo el amor con Angelina Jolie, la ex del tal Pitt. No es por nada, pero mi esposa comenzó primero con el swinging.
|