Cuántos hay que viven la vida de los otros
porque no tienen vida propia.
Mick Jagger


Quería ser de todos,
pero si así fuera,
¿qué me quedaría?
He de dejar algo para mí,
mi íntimo, mi solo yo,
ese uno que se reserva
y vive sus momentos
en solitaria armonía
para seguir creyendo en mí.

No soy transparente escaparate,
ventana abierta al mundo
para general observación.
No necesito positivos signos
o ridículas caricaturas
que me den su apreciación,
que alimenten mi ego carente
y me dejen su nota.

No tengo secretos,
esos los guardo para mí
y mi vida no se ilumina,
solo si otros la encienden.
Quiero ser moderno eremita,
un yo limitado y cabal
que se entrega solícito
sin nada pedir a cambio
y da lo que tiene
sin esperar absurda tasación.

Quiero ser quién soy,
sin la forjada idealización
de quien se pervierte
para ser el otro que se espera.
Quiero no ocultar el paisaje
con mi figura en primer plano,
borrar mi fatuo protagonismo
y dejar que tus ojos decidan
lo que de mi quieren ver.