"Sigo acá, dando sangre, manteniendo la fe.
pero sigo acá... sé paciente"
Me cuesta hablar, aún escribir. He encontrado en las letras una especie de catarsis que se estanca con mi desorden mental de ideas, y el caos que tengo en mi corazón.
Voy en un espiral aferrándome al suelo para evitar azotarme en el piso.
Me diagnosticaron neuralgia al trigémino, el neurólogo dijo que estaba a un paso de colapsar si no hablaba con alguien. Pero no sé hablar.
Lo he intentado, creo que con la gente equivocada, no son psicólogos ni médicos. No entienden, no me doy a entender.
Me separé de las sensaciones de infancia, de abandono. Decidí no vivir con ese dolor.
¿Pero por qué no puedo separarme del dolor de vivir?
Llevo tantos años,
dando sangre, manteniendo la fe
pero sigo aquí.
Sigo sintiendo ese dolor que se renueva con los años, como una herida nueva; cierro una, se abre otra herida vieja, se abre otra herida nueva.
Hoy, hoy como siempre hoy, una herida nueva. Mi falta de autoestima no permite que nada cierre.
Me lo merezco, este lugar.
Si volviese a nacer de nuevo, me cuidaría más a mí mismo, buscaría la forma.
Pero ya no la encontré. Créanme que la he buscado fervientemente, motivado por respirar sin una presión en el pecho. Ese dolor en el pecho.
No encuentro una salida.
Siento nada, siento infinito dolor.
Soy un enfermo terminal envuelto en el silencio.
Sin hablar.
Pero debo ser paciente, sé paciente... sé paciente. |