Blanca brunette de ojos negros. A una musa que mira la tierra como lo hace el cielo.
Negrura de tu cielo,
la que perfila tus formas.
Cabellos negros,
círculos eran ojos.
Estrellas cielo bruno,
negro y piel,
blanco y azabache.
Humana del sur,
cielo e infierno,
partes del humano,
una géminis sapiens.
Fulgor del sur,
que llega al norte,
norte y sur de la mano,
mente y corazón.
Brillante tu brisa,
que me aviso
que vives el siglo veintiuno,
y vienes del veinte.
Oscuro y claridad,
dos ojos y dos cielos,
encuentro de luces,
mil años para siempre,
no se borran,
no se borran.
No dejes en la arena
las soledades en el viento.
El amor para cuencos,
si es cóncavo un amor,
tiene su convexo eterno. |