Odio las despedidas.

Poseen algo de malévolas,
Inhumanas, sanguinarias
Y cuantiosas lágrimas.

Poemas se han inundado con el tema,
Cargadas de nostalgias y de penas.

Tampoco es de mi agrado
El hasta siempre, el hasta nunca,
Para siempre.

Existamos como amigos, simplemente.

Nadie sabe qué le pasa al alma…
Lo que siente… que le sucede.

No importa que se rompa en mil pedazos
todo aquello que una vez jurara:
¡Para siempre!

Solo queda mostrar la pena
Y llenar páginas en blanco
Con poemas