Quiero dejar al fin mi resistencia en el pasado junto a cierta pena y vestirme de luz con la serena confianza que me ha dado la experiencia. Es hora de aceptar la vida entera sin miedo a los designios del invierno; no existe mal alguno que sea eterno y siempre volverá la primavera. Anhelo ser oleaje impredecible sobre un mar de sencillas ilusiones mientras el mundo sigue su rutina. Ansío comprender que en cada esquina, aunque parezca cierto lo imposible, hay un destino nuevo y decisiones.
Texto agregado el 02-08-2019, y leído por 149 visitantes. (7 votos)