No entiendo la raza humana.

No entiendo sus dolores superfluamente eternos y sus ansias de no vivir.

No entiendo el miedo a estar solos, aún más cuando todo mi ser se encoje ante la idea de compartirse con alguien más.

No entiendo las conexiones superficiales entre personas, entiendo el vínculo milenario entre las almas.

No entiendo las personas que tienen veinte parejas y a todas las aman, pero no se aman a sí mismos... aunque yo no sea nadie para hablar de amor propio.

No entiendo el sexo lento, ni los vinos amargos, ni el cine-arte y sus conceptos.

No entiendo el delicado arte del coqueteo estando sobrios, ni los abrazos flojos o las miradas muy fijas.

Prefiero sentir con intensidad pero muy rápido, no sé cómo soportan tristeza de a poquitos... todo de a poquitos.

La magia no me supone un desconocido, entender al que está a mi lado sí.

Crecí mirando el firmamento, sus constelaciones me resultan más familiares que la lectura entre líneas de mis palabras o las tuyas.

Sé prender una fogata, sé alimentarme en la selva, sé con seguridad hacia qué dirección se encuentran los puntos cardinales... pero no sé distinguir qué debo hacer para limpiar una lágrima.

No entiendo las lágrimas de felicidad ni las sonrisas tristes, no fueron creadas para eso.

Entiendo los personajes de los libros, entiendo de lugares e idiomas... pregúntame de acordes y melodías... no me preguntes cómo entender las razones sobre tus decisiones.

Nunca aprendí a dejar que el dolor se convierta en todo. Aunque conozco el dolor, no entiendo lo que le hace a las personas.

Entiendo la sensibilidad, vivo apreciando el jardín salvaje, amando momentos e historias, sintiendo la vida en mis venas libre y salvaje, oyendo las texturas rozarse, viendo el delicado equilibrio de los paisajes.

No entiendo a la raza humana, ni su sentir poquito, ni sus ganas de no vivir, de su miedo a las preguntas sin respuestas, ni sus deseos de no volar.

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Este pequeño texto lo escribí con poco tiempo en un momento de frustración. Por favor no confundan mi desconcierto con prepotencia, este escrito es sólo producto de mi auto-reconocida falta de empatía y mi deseo por conseguirla.
(El excluirme de "la raza humana" es un intencional y no muy sutil intento de transmitir lo que sentía cuando lo escribí)