Ódiame cuando te hable y Ámame cuando te olvide
Solo así sabrás lo que vive aquel que por ti se desvive
Inclusive si comprendieras tal dolor que gime y deprime
No llegarías si quiera a conocer aquello que siente, quien por ti jubilado
Hizo a un lado su orgullo y te defendió de todo murmullo, Incluso si cada día
dolía tu compañía que ya iba en vía del olvido
Recuerdo que te basto solo un día para impregnarme la vida de tu esencia, fue un beso cual por vehemencia aniquilo toda presencia de vana lucidez, que hoy se esfumo con la calidez y se han trasnochado los limites mentales en una dejadez banal, añorando tus despedidas que sin marcharte te vas y sin persistir resistes al amor que te entrego, quedando en desasosiego este amor sincero, que ya no adorna un corazón roto por culpa de otro, y este otro por menos que intuyo es el tuyo, ódiame amor, déjame sentir clamor o despójame del horror de vivir en luto por una mujer viva, que por más que procura evitarlo, ella ya es el amor de mi vida