Certeras cuchilladas
Fueron dos cortes, sólo dos, pero tan certeras como fría la hoja que abrió profundas y oscuras heridas a la altura de la cabeza. Apenas hubo más sonidos de vida en la pequeña habitación en la que le confinó la muerte. Se sentó y miró la hoja ensangrentada. Nunca pensó que sería capaz de hacerlo, pero pudo más la desesperación y el miedo que su propia realidad y ahora yacía ante él apenas un retazo de vida manchado de roja negrura. No, aquella rata no volvería a molestarle.
Manuel Armayones
Texto agregado el 29-09-2004, y leído por 140
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Lectores Opinan
29-09-2004
Esta muy bien escrito, y tu forma de narrar hace que leas muy rapido, pero he leido otras parecidas. pepelmanco