Mi poesía,
realidad encriptada,
imagen difusa y abstracta,
realidad emancipada, precoz
sin presunta mácula,
aventajada voz que despierta al lírico llamado.

Nebulosa y obnubilada idea
en una noche libertadora y desbocada,
ecos que dictan solemnemente
altivos clamores (in)consecuentes,
verdades inconfesables ignominiosas.

Tabúes en ascensión, coita traicionera y desleal,
la voz en vigilia que se revela en catártica lamuria
que no se incomoda com preventivos avisos de alerta
voz que desconsidera consideraciones,
que dice lo que no es para decir, infame dicho

Mi poesía,
oscuro reflejo de mi voz,
enmarañada musa sin vergüenza
que solo revela un enunciado
que yergue ocultos significados
a un preclaro enunciatario
que traduce oscuros sentimientos.