| Encontré el libro que me regalaste hace diez años atrás cuando fueron a la feria del libro. Se llama  Intimidad y es de Hanif Koursechi. Un panorama literario acera de la dualidad de un hombre de familia de someterse a sus deseos más prístinos o indecentes, y dejar a su esposa o permanece en un matrimonio  atado   a las reglas convencionales. Así deseo sin pasión, sin que sienta hasta el fin de sus días que la mujer que duerme a su lado lo  desee con lujuria. ¿Acaso l el deseo dura toda la vida? El deseo motor de nuestros proyectos más genuinos y de los otros, aquellos que nos atraviesas sin piedad, por el inconsciente y ni si quiera somos reflexivos s al respecto.
 Después de terminar de leer el libro fui a tu casa, y leíste la dedicatoria que me habías escrito en el.
 _ Fue en el año 2010, cuando te lo regale, habíamos ido  a la feria del libro,-
 _Fue antes de nacer Helena- te dije.
 _Si, ya que Helena nació en el año 2012, fue cuando todavía nos amabamos.
 Que demoledor escuchar esas palabras de mi hijo. Mientras Helena corretea por allí, salta y mira dibujitos.
 Helena hacia  la tarea de plástica y tenía  que dibujar al sol, a sí misma y sus alrededores. Esteban le envió  una foto  una foto con el celular a su esposa, para que deduzca si el dibujo ya estaba terminado, según él, si, pero hay que acatar las órdenes de la jefa, me dijo  susurrando.
 _ Dice mama que le tenes que agregar flores de todos colores, y las rayos al sol.
 Helena seguía correteando por allí, ajena a todo, mirando sus dibujos preferidos de Nikelodium, el canal infantil. Y su serie favorita era "The loud family" ( La familia ruidosa). Una familia disfuncional con once  hijos, diez de los cuales eran  mujeres. La traducción al español era tan vertiginosa, que creo que ella se perdía  la él setenta por ciento de las palabras  que decían, pero igual era muy divertida, y sucedían  cosas todo el tiempo. Las niñas tenían  nombres parecidos pero Helena conocía  e identificaba  a todas ellas. Lana, Lena, Lina Luna, y así hasta llegar al único varón llamado  Clayton.
 Yo reía con ella, mientras lo mirábamos
 Mi propia infancia  acechaba, cuando miraba en la casa de mi abuela los dibujos en blanco y negro del "Maravilloso mundo de Disney".
 ¿Es la vida matrimonial un karma? Se necesita un núcleo familiar apto, armonioso y cariñoso    para educar a los hijos?
 Y hoy me lo sigo preguntado...
 
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