¡Maraca! ¡Puta! ¡Sólo nos das vergüenza! …los insultos de su padre no importaban. Con humildad inclinó la cabeza. Debía callar, necesitaba de un techo. Mientras, una manito asustada buscaba refugio en las suyas. M.D
Texto agregado el 03-07-2019, y leído por 324 visitantes. (19 votos)