La casa está en penumbras.
Todo el mundo salió; mientras aquí me escondo de la vida un par de horas.
El frió se cuela por mis manos.
No hay voces solo el zumbido en mi cabeza.
Vago por los rincones de mi mente,
Me pierdo en sueños cinematográficos.
Juego que cocino para ti, así mismo el brindis es para dos.
Enciendo una vela solo por la melancolía del aroma a vainilla quemándose.
Esterilizando el corazón en Ron y coca cola.
Mi alma agotada, tira de mi cuerpo hacia el piso,
Donde las hormigas buscan restos de lo que sea.
Aquí llueve, ahora a lo lejos escucho a Carlitos…llorando a media luz.