Revisé el diario en la mañana y no me causo tanta sorpresa;
Gente muerta de hambre, muerta de guerra, muerta de cansancio,
Muerta de espanto, muerta de idiota y muerta de acumular muertes

Algunos otros, más vivos que muertos,
Ocupaban espacios blancos vendiendo mucho sin decir nada
Y al fin y al cabo ¿Qué importa?
Uno sabe que también se muere de faltar al sentir del alma y de la excesiva frivolidad

Las noticias del día de ayer, solo que lugares y nombres distintos,
Pero las mismas escenas y el típico gris del triste papel
Todo igual; repetido, constante y permanente
Noticias estancadas por contenidos similares,
Escasa ocurrencia e importancia marginal;
La depresiva perdida de la novedad

Después de todo uno se aburre y también se muere
Cierra el diario y se sorprende más de su falta de asombro
Que de la sorpresa misma.