Corramos el cierre de nuestra urgencia
bajando por la cremallera de los deseos
hasta llegar a ese punto sensitivo
dónde eclipsan mis lunas,
despertando tu simiente,
inaugurando nuestros goces.
Sellemos nuestro pacto de amor,
amputando vacíos,
ensamblando horizontes,
encegueciéndonos con luz divina,
en un vuelo sin límites,
transformados en esencia
hasta rozar el cenit del universo
proclamándonos amantes.
Dancemos entre suspiros,
bebiendo con sed abrasadora
el sudor de esta demencia
que nos impregna de lujuria,
alejando dolorosas sequías.
Cadera contra cadera,
volcanes ensamblados,
vientre contra vientre,
deslizando simiente por nuestras laderas,
petrificando, inmortalizando instantes,
escribiendo sobre fuego y con fuego
nuestra pasión eterna.
Hasta que......
despojados de toda molécula de deseo,
descansemos, agotadas criaturas pasionales,
en la ternura del abrazo.
María Magdalena Gabetta
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