El planeta se está deteriorando y cuántas especies más desaparecerán por la ignorancia vanidosa e indiferencia del ser humano,
que se ha olvidado de SER.

Un futuro sin esperanzas, oscuro y triste
es lo que esta poca humanidad se merece.

Humanidad que sigue frivolizando los sentimientos,
que clasifica las emociones,
que malutiliza la "empatía" como un concepto utilitario, una moda más y se olvida de lo esencial,
de que debemos preservar este planeta que es lo mejor que hemos tenido y nos olvidamos quiénes éramos antes de habitar este envase, este templo a corto plazo.

Qué importa si el amor en la otredad no has experimentado,
si mueres un poco cada día,
si nunca tendrás hijos,
si el dinero no ha podido ponerte un precio,
el mundo se irá prontamente a la mierda.

Lo más saludable es cultivar y nutrir de conciencia nuestras acciones cotidianas
para no llamar Amor a una calentura de momento, y en vez traer hijos al mundo por el sólo hecho de reproducirse, debemos aprender, incesantemente re-aprender en la búsqueda de nuestro espíritu, reflexionar sobre el sentido de la verdadera "empatía".
De esta manera tendremos en cuenta que es injusto dejarles este sombrío futuro y descompuesto mundo
a seres que no han pedido la ignorancia espiritual
y el exceso material de sus ancestros.

Antes de seguir multiplicando el daño habría que comenzar a reparar tantas vidas rotas, especies extintas, tanto poder que dio vuelta a los idiotas y los volvió más vanidosos e hijos de puta.

Un futuro desesperanzado de humanidad, a pesar de tantos humanos, y un planeta apagándose. Mientras la tele te idiotiza, y las obligaciones sin sentido le siguen poniendo un precio a tus días.

Nadie puede proyectar un futuro sin un futuro posible.