Llegaste...
No de piel y milagro sino de parecido increíble.
LLegaste a casa de mi amiga el día en que bautizaron al pequeño Tomás.
En medio de la charla,la risa y el blanco repicar de copas chocándose, dejando caer el Champagne con piña.
Hacía tanto que no te recordaba, que no pensaba en ti.
El tiempo frota las imágenes hasta terminar borrándolas.
Se habia vuelto en blanco y negro tu recuerdo:
como sueños como fotografías antiguas.
No podía colocar en tu rostro
los colores que navegaban por tu piel.
Sentado frente a mí :
los cubiertos quedaron quietos en el plato
y mis manos
incapaces de realizar un movimiento.
Fuiste mi confidente tiempo atrás
Me apoyaste cuando lo necesitaba y te esforzaste por hacerme sonreír.
Llegaste a esa casa ,que nunca pisaste.
Pero la conociste convertido en otro hombre y volviste a mis recuerdos...
Victoria