Homenaje a mi padre Adolfo Gabetta (aunque hace muchos años que inició su viaje al infinito, siempre está presente en mi corazón) y a todos los padres de la página en su día
Querida y vieja compañera,
mis manos se deslizan
sobre tu áspera superficie,
y en cada surco que talló el tiempo,
encuentro su recuerdo.
Te veo allí,
en un costado de la sala,
a veces olvidada por meses,
otras apenas te limpio distraída,
como un mueble más de nuestra casa.
Hoy decidí acariciarte
como cuando era niña,
y buscaba en tus anaqueles
algún poema,
alguna historia,
que aplacara esa ansiedad por leer,
que ya me consumía.
Creo que siempre fuiste parte de mi vida,
no recuerdo días sin ti,
en todas mis etapas estuviste presente
con tus escritos de Sarmiento y de Moreno,
tus poemas de Lugones o de Echeverría
y tantos otros que iluminaron con sus letras
esta Argentina nuestra, tan querida..
Te trajo mi padre de un remate,
ya entonces eras vieja,
pero aún sigues conmigo,
con tus libros de hojas amarillas
y tapas gastadas que perdieron su brillo
mas no, su excelso contenido.
Cada tanto… como hoy,
sin saber que me mueve a hacerlo,
simplemente te acaricio,
buscando melancólica
sobre tu áspera superficie,
algún recuerdo de ese padre
que te trajo a casa un día,
hace ya mucho, mucho tiempo,
sin saber quizás,
que estarías siempre a mi lado,
en esta vida.
María Magdalena Gabetta
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