El ogro la miraba desde lejos en el espeso bosque, silbaba y silbaba, simulando ser un lindo pájaro. Sabía, creía saber, que así molestaría a la bruja.
La bruja lanzó una estela violeta hacia los aires, causando grandes relámpagos, y asustando a unos árboles traviesos que ocultaban el camino.
El ogro se preguntaba hacia dónde iba esa bruja tan loca, con esa canastita humeante color naranja clarito, cuando de repente se le escapó un erupto fuertísimo. Se tapó rápidamente la boca, como sorprendido, y se ocultó en un arbusto. Siguió silbando como Pepitero de collar. Entrevió entre los arbustos, como a lo lejos la bruja había frenado su camino, estaba mirando hacia atrás sobre su hombro, como mirándolo a él, después continuó.
La bruja se iba riendo mientras escuchaba a ese “pájaro silbador” y ya tenía planeadas varias magias. Finalmente se decidió y lanzó al aire un maleficio. Maleficio podrán llamarlo algunos caballeros nobles que matan brujas, o broma podría llamarse entre niños que no entienden de prejuicios, porque la boca silbadora del ogro se transformó, lentamente, en una mariposa, y salió volando.
El ogro correteando, saltando, en gran persecución de su boca voladora, hace temblar el cielo, disipar la niebla, calmar el frío, y claro, se acabó su escondite.
La bruja levantó la ceja a más no poder, y empezó a reírse alocadamente, mientras el ogro no podía alcanzarla, porque se había metido entre unos cactus. Intentaba e intentaba pero justo unas espinas le impedían el paso a su gran mano. La bruja se apiadó e hizo volar a la mariposa.
La mariposa que voló, y sin control de la hechicera, se posó en su hombro.
El ogro que, también sin control, sale corriendo tras el animal alado, y sin ver lo que tenía enfrente, choca contra la bruja. La bruja que tira un colchón de poderes para que la caída no sea accidente sino el simple flotar en el suelo, y luego caer.
El ogro que está aplastando a la bruja, y Esta a punto de morderlo. El ogro se para rápidamente, y descubre que tiene la boca en su cara, convertida en una hermosa mariposa.
La bruja se levanta despeinada, el ogro le dá la mano, aunque tarde, para ayudarla. Pero no fue tarde, así pudo verla de frente y entender que mágica que le parecía asi con todos los pelos despeinados, y sonrió mostrando las hermosas alas de la mariposa. La bruja estaba absorta viendo ese espectáculo y tomó fuertemente la otra mano del ogro, no lo iba a dejar ir.
La boca del ogro empezó a aletear y simplemente salió volando, dejando estelas naranjas detrás de quienes se miraban sin parar, buscando algún nuevo horizonte que conquistar pues ellos ya no necesitan palabras para comunicarse o pensar siquiera. Iba a encontrar un nuevo porvenir, para no dormirse, y luego volver a encontrarlos con ese amor imposible.
Inspirade en la canción El Ogro y La Bruja de Los Rosarinos
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