Hola amigos! volví por unos días y no pude resistir ingresar a saludarlos y dejar una poesía. Hace un tiempo ya, un amigo (al igual que otros) me inspiró una poesía con su nick tan particular, y al estar en el maravilloso sur de mi país que amo especialmente, volví a recordarla, aquí se las dejo en la esperanza que les agrade. Besos y siempre gracias. Magda.
Cuando Nieva Sobre los Cedros
Miro a través de mi ventana,
amparada en el calor de esta cálida
habitación en que me encuentro,
embelesada espectadora del paisaje
que se vislumbra a lo lejos.
El parque se extiende bajo la bruma,
copos blancos se deslizan suaves
sobre los cedros,
se escucha como música de fondo
el sonido sibilante del viento;
viento de hielo que acaricia,
duele y embellece,
tornando el paisaje extraño,
como extraído de un cuento.
Imagino serpenteando el vientre
virginal del bosque,
un largo sendero cubierto de nieve,
colchón que amortigua y hace sigiloso
el paso de duendes y de lobos.
Envidio la madera inmóvil,
aunque intensamente viva,
enraizada, oteando el cielo;
el viento helado le duele
mientras los lobos la rodean
restregando contra ella sus
erizados lomos,
transformados en suaves corderos
danzando con los elfos.
Desde mi ventana, aislada de ese frío,
veo la nieve caer sobre los cedros,
suave y melancólica,
embelleciendo,
entonces mi espíritu se desprende de mí,
atraviesa el espacio,
ingresa en el árbol,
siente su fuerza, bebe de su savia,
y enamora al viento.
María Magdalena Gabetta |